Datos personales

Nací en Córdoba. Mis compañeros de estudios en el Instituto Fidiana me llamaban Tovarich. Participé en las movilizaciones fidianeras reivindicando tener un edificio propio. Miembro de la Plataforma de Estudiantes de la JOC. Militante de la JOC (1996-2001). Presidente del Consejo de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UCO en el curso 97/98. Militante del Partido Comunista de España desde 1997, del que he sido Secretario Provincial en Córdoba desde marzo de 2010 hasta noviembre de 2011. Director de cordobaroja.es

sábado, 7 de abril de 2012

Reflexiones sobre Andalucía


Las elecciones andaluzas que se celebraron hace un par de semanas dejaron unos resultados ya conocidos, dejando el futuro de Andalucía en una situación interesante; primero porque el PP ha sido detenido en Despeñaperros -aunque haya sido la fuerza con más votos y escaños-, segundo por que quien ha frenado al PP ha sido Izquierda Unida, que tiene realmente, desde el punto de vista institucional una situación ventajosa; y finalmente, y a pesar de la festividad de Griñán la noche electoral, está el PSOE, que posee la peor de las papeletas: primero por dejar de ser la primera fuerza política sino que además depende de un tercero (IU) para mantenerse en el gobierno, a lo que hay que sumar que tendrá que pactar cada acción de gobierno.

Como afiliado y dirigente provincial de Izquierda Unida quiero hacer algunas reflexiones; las opciones puestas encima de la mesa son; la posibilidad de la abstención y que gobierne el PP; el apoyo a la investidura y actuación en el Parlamento; o el Cogobierno.

Parto de un elemento básico; con un partido neoliberal y nacionalcatólico como es el PP no hay nada de lo que hablar. Eso imposibilita el dejarlos gobernar, máxime cuando el mensaje de las elecciones en ese sentido es claro: la alternativa no es el PP, la alternativa son las políticas de izquierdas.

Hace unos meses, tras las elecciones municipales, tuve la oportunidad de coordinar una reflexión -que aunque de ámbito provincial- se “contaminó” del debate que se estaba dando entre las direcciones regional de Extremadura y la Federal. En aquella ocasión había (como mínimo) una comprensión hacia lo decidido en Extremadura en la mayoría de las asambleas, así como un recelo y rechazo a cualquier acuerdo con el PSOE. Creo que la experiencia de tres meses de gobierno de Rajoy en el ámbito nacional ha modificado hasta cierto punto esa percepción.

Recientemente la Ejecutiva del PCA nos recordaba algunas de las tesis de la Conferencia Política celebrada en Córdoba en la precampaña de las elecciones autonómicas. Las tesis que nos recordaba son las siguientes;

Tesis 4: “Debemos hacer que los espacios institucionales sean un frente de lucha contra los efectos del capitalismo”.

Tesis 19: “la conquista de espacios de poder político solo tiene sentido si se enmarca en una estrategia para la conformación de un Bloque Social Antineoliberal

Tesis 21: “...debemos señalar al bipartidismo como la expresión institucional del poder económico...

Tesis 23: “En este contexto, y bajo la presión del bipartidismo, debemos reforzar nuestra autonomía como proyecto político basándonos en un programa que lejos de ser una suma aritmética de las reivindicaciones de los distintos movimientos con los que nos relacionamos sea una plasmación paulatina de nuestras alianzas, formando un cuerpo coherente, basado en la centralidad del mundo del trabajo y sus conflictos, que dé respuestas a corto plazo a las necesidades del pueblo trabajador y que tenga un horizonte claramente socialista y reivindicativo ”.

Tesis 25: “Nuestro objetivo es hacer nuestra propia política y no doblegarnos a los intereses de las clases dominantes. Todo pacto, acuerdo o deliberación deben estar guiados bajo los criterios de fortalecimiento del poder de los trabajadores así como de su capacidad de movilización.

Igualmente debe contar la máxima participación de la militancia de Izquierda Unida en el debate, de manera que las decisiones vinculen a toda la organización. ”

Tesis 26: “Por lo tanto de nada sirve gobernar o ser influyentes, si no existe fortaleza social que defienda la ejecución de nuestro programa. Y en esta fase de incremento de la intensidad de la lucha de clases, con la necesaria ocupación reivindicativa del espacio público, nuestra participación en el Parlamento de Andalucía deberá centrarse en contribuir a la fortaleza social de un Bloque Antineoliberal. Para determinar las políticas que emanan del poder en Andalucía será necesaria la existencia de un sólido bloque social crítico y reivindicativo

El negrita es original del documento de la Ejecutiva, el subrayado nuestro.

No obstante, la reflexión que debemos realizar sobre qué hacer en esta tesitura debe de huir del corto plazo y de las filias y fobias que puedan representar las expresiones “muleta” y “pinza”. No puede haber una especie de resaca de 1994 que nos lleve a hacer automáticamente lo contrario. En mi opinión la reflexión tampoco debe de basarse en un simple “programa, programa, programa” sino que tiene que estar más enraizado en los principios ideológicos y deben de ser coherente con nuestra trayectoria y nuestra identidad. Las preguntas claves son dos;

  1. El actual régimen político español, al que pertenece la autonomía andaluza ¿es esencialmente un régimen defensor de los intereses de los capitalistas?

  2. El PSOE, como parte del bipartidismo ¿es redimible desde unos planteamientos anticapitalistas?

No debemos de perder de vista que el Estatuto de Autonomía -por muy avanzado que sea- no es sino una mera ley orgánica enmarcada en la Constitución de 1978, de la que -aquellos que somos comunistas- estamos desvinculados precisamente porque “Hoy, más de tres décadas después de la aprobación de la Constitución de 1978 se han incumplido todos los títulos y artículos de derechos sociales, económicos, ambientales, y el recorte de las libertades políticas. Los trabajadores han cumplido con creces trabajando y apretándose el cinturón, han perdido poder adquisitivo y ha aumentado la precariedad. Y es que como ya dijera Lenin hace muchas décadas que “Mientras exista la dominación del capital, mientras la tierra siga siendo propiedad privada, el estado lo gobernará siempre, incluso en la república más democrática y más libre, una pequeña minoría, integrada en sus nueve décimas partes por capitalistas o ricos”.

Por otro lado, existe en la sociedad repolitizada -el 15M entre otros- un señalamiento del bipartidismo como uno de los elementos que sustentan este régimen que beneficia a la banca y al gran capital recortando a los de abajo. Nosotros hemos sustentado, tanto en las generales como en las autonómicas, nuestro discurso en la denuncia de ese bipartidismo, al mismo tiempo hemos llamado a la rebelión. La entrada de Izquierda Unida en el gobierno, con uno de los integrantes del bipartidismo, nos sitúa ante un problema cuya solución no depende de nosotros, pero cuyas consecuencias sí podemos pagarlas nosotros, y por otro lado ante una bipolaridad que IU hereda del PCE.

La primera cuestión es ¿Tendrá IU capacidad de modificar la política económica del PSOE dentro del gobierno?

Si tomamos como base la Tesis 21 de la Conferencia Política del PCA, está claro que el PSOE es parte de esa “expresión institucional del poder económico”. Y Arenas vino a dar la razón a esta tesis cuando días después de las elecciones tendía la mano para realizar la política económica. La experiencia histórica del compromiso del PSOE con el capitalismo también empuja en ese sentido.

Por lo tanto, la entrada de IU en el gobierno con el PSOE sólo convertiría a aquella en co-responsable de las políticas económicas que este realizaría. También hay una dimensión ética, la pedagogía de otra política; la ética de no coger un cargo a toda costa, como hay un sector de la sociedad que cree que pasará.

El problema profundo es esa herencia que IU tiene del PCE. Este en la Transición asumió una existencia en contradicción entre ser un partido antisistema pero al mismo tiempo padre del sistema. IU tiene hoy en Andalucía esa disyuntiva. O entrar a formar parte de un co-gobierno con una parte del bipartidismo para gestionar una administración de un régimen que representa los intereses del gran capital o priorizar un fortalecimiento del bloque social anticapitalista, y esto se hace agudizando la contradicción del PSOE.

El PSOE, segunda fuerza en el Parlamento pero en el gobierno, tendrá necesariamente que apoyarse en el PP o en IU. Si opta por el PP estará dejando claro que el PSOE defiende, como bipartidista, los intereses del gran capital, y por lo tanto su renuncia a políticas de izquierdas.

En definitiva: no a la entrada de Izquierda Unida en gobierno; sí a tender la mano para realizar políticas de izquierdas desde el Parlamento. Que sea el PSOE quien elija aprobar las leyes con el PP o con IU.

No hay comentarios:

Publicar un comentario