Datos personales

Nací en Córdoba. Mis compañeros de estudios en el Instituto Fidiana me llamaban Tovarich. Participé en las movilizaciones fidianeras reivindicando tener un edificio propio. Miembro de la Plataforma de Estudiantes de la JOC. Militante de la JOC (1996-2001). Presidente del Consejo de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UCO en el curso 97/98. Militante del Partido Comunista de España desde 1997, del que he sido Secretario Provincial en Córdoba desde marzo de 2010 hasta noviembre de 2011. Director de cordobaroja.es

sábado, 13 de octubre de 2012

12 de octubre: “Dicen que la Patria es...”


Dicen que la patria es/ un fusil y una bandera/ mi Patria son mis hermanos/ que están labrando la tierra”, así empezaba una canción del grupo chileno Quilapayún, y a pesar de corresponder a otro país, otro continente y otra época, en mi opinión responde muy bien a este 12 de octubre que acaba de pasar. Si observamos las fiestas nacionales de otros países se celebran en unos casos en el momento de la independencia del mismo (p. ej. EEUU -4 de julio-), el momento del nacimiento de un nuevo concepto de nación (Francia -14 de julio- o Cuba – 26 de julio-) o el nacimiento de un actual régimen político (China -1º de Octubre-). En cualquier caso, podemos extraer de este hecho dos conclusiones; la primera, que la de España no se corresponde con ninguno de estos casos, es más ni siquiera el acontecimiento conmemorado en esa fecha se produjo en España, sino en una isla llamada, en aquel momento, Guanahaní y situada al otro lado del Atlántico. La segunda conclusiones es que la conmemoración de la Fiesta Nacional siempre encierra un concepto de nación, y se recuerda el nacimiento de un estado basado en ese concepto de nación.
El problema de España es que nunca ha tenido un concepto de nación unitario, ya que hay amplios sectores de la sociedad española (la definida por la Constitución de 1978) que no se sienten identificados con el concepto de nación vigente o que tan siquiera se sienten vinculados (numerosos ciudadano en determinadas regiones) al concepto de nación actual. En otros países los símbolos nacionales son compartidos por la izquierda y por la derecha. En España no. Y ello es posible, no porque la izquierda no ame a España, sino porque su concepto de España es otro distinto al vigente, heredero directo -y más ahora- del franquista.
Estamos acostumbrados, tenemos hasta asumido, definir a los bandos que se enfrentaron en la Guerra Civil como nacionales y republicanos. Definirlos así supone ya un posicionamiento ideológico criptofranquista; ¿Por qué los fascistas son los nacionales? ¿No eran españoles los republicanos? ¿No era patriotas? Se está asimilando ser nacional, ser español a ser fascista o al menos al concepto de España que defendían los fascistas; una España eterna, inalterable, católica, imperial, castellana. El 12 de octubre responde a la perfección a ese concepto. 
Sin embargo, hay quien se puede llevar la sorpresa de los contenidos patrióticos de los discursos de los dirigentes de todas las tendencias de la zona republicana. Vinculando la resistencia republicana, especialmente la madrileña, al 2 de mayo y a la lucha contra el otro invasor; si en 1808 fueron los franceses ahora, en 1936, era el nazifascismo. 
Por lo tanto, se enfrentan entre 1936 a 1939 dos conceptos de patria; una católica, inalterable, imperial y castellana; otro republicano, laico, respetuoso con las nacionalidades que componen España y democrático y con fuerte componente social.
Estos dos conceptos se mantuvieron durante toda la dictadura; es en la Transición cuando -como en tantas cuestiones- se termina imponiendo el concepto retrógrado de España, incluyendo que pasaban a ser los símbolos de la España democrática los mismos del fascismo que acabó con la democracia republicana (la bandera bicolor y la marcha granadera como himno). Esto llevó a las gentes de izquierdas a refugiarse en los símbolos -también constitucionales- de las autonomías, al fin y al cabo era la descentralización una clara victoria sobre el franquismo, y por ello una conquista democrática. Las banderas autonómicas sustituyeron a la ocultada bandera tricolor en una insumisión a tomar como propia la “democrática” bandera que impuso el fascismo por las armas. La consecuencia fue que la derecha, Alianza Popular (hoy Partido Popular) patrimonializó el patriotismo. Eso sí, no cambió el concepto de nación del franquismo; y esto nos lleva a la idea de “españolizar a los niños catalanes” , cuando debiera haber dicho el ministro Wert “castellanizar” o ¿es que los catalanes no son españoles?; al ministro Soria, hace unos meses, le da un arrebato de patriotismo imperial  y amenaza a Argentina por nacionalizar algo que en origen era criollo; a la vicepresidenta  le posee el patriotismo nacionalcatólico de vestirse, para ir Vaticano, como un personaje sacado de la serie “Amar en tiempos revueltos”; el mismo nacionalcatolicismo que lleva al Ayuntamiento de Córdoba a montar altares en la propia casa consistorial o a transformar la cabalgata de los Reyes Magos en un conato de procesión semanasantera; o a querer enfrentar caimanes contra vírgenes en la festividad de la Fuensanta, logrando el elogio del su Ilustrísima “el camarada Dimitri”, como llaman al actual obispo de Córdoba, quien agradeció “a todos los que han contribuido para que esta fiesta sea de la Virgen y no del Caimán”. 
Y mientras hacen todo esto o envuelven a las ciudades españoles en macrobanderas bicolores no son capaces, o tal vez ni se lo plantean, de defender la soberanía española frente a los ataques que recibimos desde el extranjero, en concreto desde el capitalismo, de las entidades financieras y demás cómplices que no dudan en hundir en la miseria pueblos, entre otros a España.
Cada vez que sacan esos discursos nacionalcatólicos yo no puedo sino recordar una frase de Robespierre que dice: “La esencia de la república o de la democracia es la igualdad, se concluye de ello que el amor a la patria abarca necesariamente el amor a la igualdad. Es verdad que también este sentimiento sublime supone la prioridad del interés público sobre todos los intereses particulares
Podrán generarse discursos nacionales basados en esencias inalterables -sea en el nacionalismo español, catalán, vasco o de donde sera-. Podrán coger la bandera para demostrar los patriotas que son, pero ¿cómo se puede ser decir que se defiende a España cuando se está machacando a los españoles?

También publicado en larepublica.es