Datos personales

Nací en Córdoba. Mis compañeros de estudios en el Instituto Fidiana me llamaban Tovarich. Participé en las movilizaciones fidianeras reivindicando tener un edificio propio. Miembro de la Plataforma de Estudiantes de la JOC. Militante de la JOC (1996-2001). Presidente del Consejo de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UCO en el curso 97/98. Militante del Partido Comunista de España desde 1997, del que he sido Secretario Provincial en Córdoba desde marzo de 2010 hasta noviembre de 2011. Director de cordobaroja.es

jueves, 5 de diciembre de 2013

Marx ha muerto. las ganas

En este año que se acaba se han cumplido los 130 años de la muerte de Karl Marx, con tal motivo, me encargó un pequeño artículo sobre la vigencia del marxismo hoy, para el periódico Diagonal. ver el artículo aquí.

Se cumplen 130 años de la muerte del filósofo, economista y revolucionario que nunca ha muerto. En los años 90, en pleno tsunami neoliberal, poseía una camiseta con el lema que sirve de título a este artículo, que me han pedido desde Diagonal. Hoy la vigencia del pensamiento de Karl Marx está fuera de toda duda, basta con leer la prensa para ver que plusvalía, ejército de reserva o lucha de clases están en nuestra realidad de 2013.
Basta leer la prensa para ver que ‘plusvalía’, ‘ejército de reserva’ o ‘lucha de clases’ son términos vigentes“El FMI proporcionó recientemente una simulación de un ‘pacto social’ de amplia base entre emprendedores y sindicatos en una devaluación interna: el aumento del empleo (y los recortes de precios) a cambio de que los sindicatos acuerden la moderación salarial significativa”, Olli Rehn (Co­misión Europea). Esta frase forma parte el artículo que este jerarca de la UE escribió en su blog en apoyo a la propuesta que unos días antes había formulado, en un informe, el FMI el pasado verano. En definitiva el consejo que FMI y UE hacen a España no es otra cosa que para salir de la crisis hay que moderar los salarios. Dicho en marxista: se trata de plusvalía. La salida que se ofrece a la crisis es que el trozo de la tarta que el capital saca del trabajo del asalariado sea mayor; es decir, aumentar la plusvalía, la explotación del trabajador.“Por supuesto que hay lucha de clases, y la vamos ganando los ricos”. Lo dijo Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del mundo.

“Hay que aceptar trabajos aunque sea en Laponia”, José Luis Feito (CEOE).Esta frase fue pronunciada aún no hace dos años, generando cierta polémica por la aspiración que expresaba este dirigente empresarial. Pero lo realmente interesante es que, en definitiva, este portavoz de los empresarios españoles está expresando como deseo algo que Marx formuló en su día como “ejército de reserva” de parados.
Al fin y al cabo, lo que la CEOE expresa con esa frase es una fuerza de trabajo que haga sin rechistar (“aunque sea en Laponia”) lo que el capitalista necesite. Unos trabajadores disciplinados y sumisos por el terror a quedarse en paro, justo lo que el de Tréveris escribió en El Capital. No digamos nada sobre la cotidianidad de tantos trabajadores que “tragan” con lo que sea con tal de llevar un sueldo a su casa. El paro, o el miedo al paro, disciplina como lo expresó Karl Marx hace más de 14 décadas.
 “Por supuesto que hay lucha de clases, y la vamos ganando los ricos”. Lo dijo Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del mundo. En los años 90 los voceros del capitalismo, simbolizados en Francis Fukuyama, se lanzaron a enterrar, no ya al marxismo, sino a cualquier posibilidad de transformación de la sociedad. El “fin de la historia” de Fukuyama significaba el triunfo definitivo del capitalismo. Sin embargo, la historia no finalizó, y en 1999, sólo una década después de la tesis de Fu­kuyama, el capitalismo volvió a tener antítesis que lo cuestionaban; en Seattle, nacía el movimiento antiglobalización, en paralelo el proceso revolucionario venezolano trataba de construir una alternativa al neoliberalismo. En definitiva, ambas realidades no eran otra cosa que lucha de clases; el altermundialismo y el socialismo del siglo XXI son la representación de los de abajo; de los trabajadores del mundo frente a los “mercados”, careta nueva del capitalismo de siempre. Cuando en los últimos años las calles se llenan de Indignación, hablando del “99%” frente al 1% más rico, Karl Marx vive.

jueves, 24 de octubre de 2013

Entrevista en el programa de Onda Mezquita Cordoba al Día




El pasado 22 de octubre, con motivo de la huelga de la enseñanza, me entrevisto, en representación de Izquierda Unida, el presentador Josehouse en el programa Córdoba al Día de Onda Mezquita. Aquí está el vídeo de la entrevista.

domingo, 13 de octubre de 2013

Acampada Dignidad y medios de comunicación ¿ocupar u okupar?

Artículo escrito en cordobaroja.es

No soy filólogo, pero en estos días de existencia de la Acampada de la Dignidad en (el antiguo Colegio, hoy) Centro Social Rey Heredia me ha llamado la atención el tratamiento que al asunto le está dando la prensa local.
Para no señalar múltiples enlaces de diversos medios, voy a aprovecharme de la compilación que diariamente realiza la web orillaizquierda, en esa web podemos observar como diversos medios locales; Córdoba, Día de Córdoba, ABC, Cordopolis, Cordobainformación, todos los medios convencionales utilizan alguna variante de la palabra “ocupar” y nunca -excepción hecha de cordobaroja.es (que no es un medio convencional)-, se ha utilizado ningún derivado de la palabra “okupar”.
Puede ser que nuestros medios locales convencionales utilicen ocupar pensando que la palabra con “k” no estuviese reconocida por la RAE. Eso sería grave (desde un punto de vista profesional) ya que palabra okupar aparece en el Diccionario de la Real Academia y, por lo tanto, es correcto su uso.
Por otro lado, sería comprensible ello, desde un punto de vista del papel que juega en la sociedad la prensa convencional,  como parte integrante del sistema social dominante, prestando atención a las institucionales y  sólo, de forma momentánea y puntual, a los movimiento sociales en función del conflicto con o influencia en la institución. En este caso, los medios convencionales en su institucionalización pueden ignorar o haber olvidado ese reconocimiento de la RAE a la palabra okupar, creado por un movimiento social de hace veinte años, y asumida por la institución lingüista.
Pero si hasta aquí es el problema es meramente profesional, más grave me parece el carácter de “currículum oculto” (como decimos los docente) que lleva el uso de la palabra ocupar en vez de okupar. Pueden parecer sinónimas pero no lo son.
La palabra “ocupar” tiene según la RAE once acepciones la primera de las cuales dice: “ Tomar posesión o apoderarse de un territorio, de un lugar, de un edificio, etc., invadiéndolo o instalándose en él”
Por otro lado, la palabra “okupar” tiene según la RAE una única acepción: ”Tomar una vivienda o un local deshabitados e instalarse en ellos sin el consentimiento de su propietario”
La comparación de ambas acepciones marcan dos matices bien significativos; por un lado “ocupar” más genérica indica el carácter invasor (y por ello violento) de quien ocupa. Mientras que la segunda, más específica, incide en el hecho del carácter deshabitado (e decir inutilizado) por parte del propietario de la vivienda o local.
La palabras no son neutras.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Los orígenes de "El Tovarich" ( y II): La Huelga de la intimidación

Removiendo papeles para buscar por (auto) encargo del IES Fidiana de los primeros números de la revista "El Foro", del entonces Instituto de Bachillerato Parque Fidiana, me he reencontrado con los artículos de opinión de opinión que escribía un adolescente, entrante en la juventud, al que sus compañeros llamaban "El Tovarich", hace dos décadas ya.
Inserto en formato de imagen los dos artículos de opinión que escribí en diferentes números de "El Foro" de Fidiana.





La Huelga de la intimidación. Artículo publicado en el número 3 de la revista "El Foro" de Fidiana. Junio de 1994.

Documento escaneado del original publicado en junio de 1994, sobre la huelga general del 27 de enero de ese año.



Los orígenes de "El Tovarich" (I): El Capital



Removiendo papeles para buscar por (auto) encargo del IES Fidiana de los primeros números de la revista "El Foro", del entonces Instituto de Bachillerato Parque Fidiana, me he reencontrado con los artículos de opinión de opinión que escribía un adolescente, entrante en la juventud, al que sus compañeros llamaban "El Tovarich", hace dos décadas ya.
Inserto en formato de imagen los dos artículos de opinión que escribí en diferentes números de "El Foro" de Fidiana.










El Capital. Artículo publicado en el número 2 de la revista "El Foro" de Fidiana. Diciembre de 1993.

Documento escaneado del original publicado en diciembre de 1993. El sistema capitalista visto por un estudiante de BUP escribía sobre el sistema capitalista.






 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Las enseñanzas de Salvador Allende hoy

El Compañero Presidente con el pueblo
Tengo las imágenes de televisión, allá por los ochenta, de los manifestantes chilenos contra la dictadura corriendo delante de los chorros de agua que contra ellos lanzaban camiones de la policía. Después a lo largo de los noventa fui conociendo -y entusiasmándome- con el proceso (abortado) al Socialismo que encabezase Salvador Allende, finiquitado un 11 de septiembre de 1973, hace cuarenta años. Víctor Jara ponía banda sonora a ese conocimiento que hacía cuando estaba en el instituto. Después, en tiempos de la Universidad conocí La Batalla de Chile mientras el dictador era retenido en Londres.
Como decía antes, la figura de Allende y del proceso revolucionario que encabezó me ha entusiasmado; no sólo por el grado de conciencia, unidad y movilización de la clase obrera chilena; no sólo por el contexto cultural (Víctor Jara, Quilapayún, Inti Illimani, la familia Parra,...) que acompañaban el proceso. La creación, como consecuencia de este proceso del movimiento Cristianos por el Socialismo.
Aprovechando estos cuarenta años de fin criminal que tuvo aquel proceso en manos del fascismo y el imperialismo, quiero plantear lo que para mi son las enseñanzas de aquel proceso y de su máximo dirigente el Compañero Presidente, Salvador Allende. 
  1. Allende era tremendamente peligroso para los EEUU. Desde hacía tiempo el capitalismo había ido elaborando una ecuación en la que era Democracia=Capitalismo. Obviamente esto acarreaba una ecuación a la inversa que es Socialismo=Dictadura. El argumento básico para situar esas premisas eran que ninguna revolución socialista se había realizado democráticamente (es decir, electoralmente) sino que habían sido las armas (Asalto al Palacio de Invierno, lucha antinazi en la II Guerra Mundial, Guerra Popular en China, la guerra de guerrillas cubana...). La vía propuesta por Salvador Allende rompía el argumento de lleno.
    De ahí las actuaciones prácticas y propagandísticas contra la Vía Chilena. ¿Cuáles? Por un lado, la acusación -a pesar de ser elegido electoralmente- de querer crear una dictadura comunista en Chile (curiosamente el mismo argumento que después se ha repetido con Hugo Chávez y demás líderes del Socialismo del Siglo XXI), para constatar la inviabilidad del vía democrática al Socialismo, había que generar que la Unidad Popular perdiese las elecciones, y para ello había que desgastar - de ahí los bloqueos de los transportistas, los acaparamientos, las primeras caceroladas de la historia, las huelgas, manifestaciones, etc.) Todo para generar una percepción social de desgobierno, de caos económico, y con ello provocar una pérdida de apoyo electoral, que condujese, en las legislativas de marzo de 1973, a que la Unidad Popular se situase por debajo del 40% de los escaños, y las derechas pudiesen destituir constitucionalmente a Allende.
    Sin embargo, la organización popular y la movilización no solo afrontaron y confrontaron estos planes diseñados en Washington sino que alcazaron más de ese esperado 40% por cierto. Los planes de una destitución constitucional y democráctica se fueron al garete, se entró entonces en los planes que desembocaban en el golpe de estado del 11 de septiembre, unos meses más tarde.
  2. Punto de inflexión histórico. El proceso chileno para mi marca un punto de inflexión, un punto el que por un lado, de haber superado sus contradicciones hubiese creado una brecha en el capitalismo, por lo señalado más arriba. Por ello, el capitalismo no podía permitir que el proceso se consolidase. En el Chile de hace cuarenta años se confrontaban dos modelos; el de una revolución socialista, popular, de corte marxista, republicana, pero también cristiana y frente a él el neoliberalismo. Me impresiona el discurso de Allende en la ONU donde describe, en 1972, el mundo que hoy vivimos y que llamamos globalización con la falta de control democrático sobre las instituciones y multinacionales que controlan la economía. Aquí dejo el vídeo del ese trozo del discurso.
    El fin de "vía Chilena" supuso el fin, por casi veinte años -habrá que esperar a 1998, a la victoria de Chávez en Venezuela, y en este caso no adquirirá el revolución su carácter socialista hasta años después- de una vía revolucionaria por las urnas. Manteniendo las ecuaciones de las que hablábamos antes -si bien erosionadas por el vinculo de EEUU y Pinochet-. El fin de la vía chilena, supuso de ser un experimento de una revolución por la vía pacífica a convertirse en el experimento, en el cobaya, del neoliberalismo y su doctrina del shock.
  3. Los baluartes de la reacción. El principal arma de la contrarrevolución fue el Parlamento, desde él la burguesía chilena puso toda la carne en el asador para bloquear la acción de gobierno del Compañero Presidente.
    Otros instrumentos de la reacción fueron distintos grupos corporativos, la prensa, los estudiantes de la Universidad Católica, las mujeres de la clase media con las primeras caceroladas de la historia. Pero todos ello, fueron superados por el pueblo a  través del llamado "poder popular". Muestra de todo ello se refleja es este fragmento de la La Batalla de Chile.
    En 2004, tuve la oportunidad de escuchar a Hugo Chávez en persona en Madrid, allí afirmó refiriéndose al Chile de Allende "Aquella fue una revolución pacífica, pero desarmada. Esta es una revolución pacífica pero armada".
    Efectivamente, el único problema que "el poder popular" chileno no pudo resolver fue el de una posibilidad de golpe militar. A pesar de que derecha e izquierda chilena se referenciaban en la España de 1936, en el proyecto allendista no había lugar a "milicias populares" aunque las reclamaban sectores de la Unidad Popular.
  4. El papel del estado en la revolución. Allende partía de la hipótesis de la víabilidad de un transito al socialismo en el marco de la "institucionalidad burguesa" como él la llamaba, y dentro del marco constitucional chileno. Esto no significaba que no se apoyase y se fomentase el "poder popular".
    Pero el gran problema fundamental era, Allende partía de la tesis que el ejército no intervendría dentro mientras los cambios socialistas se produjesen dentro del marco de la constitución (he ahí el problema de las "milicias populares").
    La lección fue aprendida por los "socialistas del siglo XXI", empezando por Chávez, quien frente al constitucionalismo allendista, hizo juramento del cargo "sobre esta moribunda constitución", e inició -previo referendum- un proceso constituyente.
¿Qué enseñanzas nos puede dar Allende a la España de los recortes? Creo que fundamentalmente tres;
  1. A las organizaciones populares de la dimensión institucional de lucha no solo social, y en consecuencia de la necesidad de un apoyo a quién coincide programáticamente y en la práctica en las instituciones.
  2. A la izquierda (es decir, anticapitalista) con responsabilidades institucionales se está con lealtad .a militancia y a la trayectoria propia. Y eso significa la coherencia en la acción ideológica y política.
  3. Allende tardó veinte años en llegar a la presidencia de Chile, y lo hizo acumulando fuerzas,poco a poco, y con coherencia.
  4. Allende estaba el gobierno, pero necesitaba construir un "poder popular" que soportase, apoyase e impulsase -aunque fuera con contracciones y debates- al gobierno.
Esas son, creo las enseñanzas que, hoy cuarenta años después, podemos extraer de aquella experiencia, que el mismo neoliberalismo que hoy nos machaca en España, puso fin hace justo cuarenta años.


jueves, 22 de agosto de 2013

¿Alguien en verdad se sorprende? PP y saludo fascista

Recuerdo allá por los noventa cómo en un programa protagonizado por guiñoles aparecía un muñeco, que representaba al entonces Presidente del Gobierno, José María Aznar y que repetía en sus apariciones algo así como "soy de centro, dialogante y amigo de Tony Blaaaair", eran los años en los que el PP trataba, primero para llegar al gobierno, de atraerse a un sector de la población que se situaba en el centro. Un sector, que cansado de la corrupción del periodo felipista, seguía sin identificarse con el PP. Y este, bajo el caudillaje de Aznar, trataba de identificarse con el centrismo de la UCD de Suárez en la Transición en vez de con el "franquismo socilógico" que representaba el PP -entonces llamado AP- en aquella época. Después de 1993, Aznar, sin mayoría absoluta, se veía obligado a pactar -con CiU y PNV- a dialogar con sindicatos -reforma laboral de 1997- e incluso a llamar Movimiento de Liberación Vasco a ETA ¿Os acordais?
En aquella época, estar en la Facultad y llamar "facha" al PP era generar que más de uno te mirase con cara extraña, y que viniesen la aclaración de que "ya no, que eran demócratas...".
Tal vez por influjo de ese concepto yankee que dice que los presidentes en el primer mandato trabajan para ganar la reelección y en el segundo para realizar su programa o tal vez, simplemente, por tener mayoría absoluta, Aznar viró hacia la derecha, y aquel "centrismo" de los noventa evolucionó al "patriotismo constitucional", que era una excusa para -situando el principal problema del país en ETA y los nacionalismo- situar a los demás partidos en un dentro de "mi" concepto de la Constitución o fuera de esta. (vale ahora recordar el lema de aquella manifestación al día siguiente del 11-M). Fueron los años de la LOU, del "Decretazo" de 2002, del Prestige, de la Guerra de Irak y finalmente del 11-M. Un PP que se encuentra sin el gobierno en unas elecciones que nunca asumieron como una derrota.
Todo el primer mandato de Zapatero no es sino una vuelta al "franquismo sociologíco", un retorno al nacionalcatolicismo, a manifestaciones de gaviotas bajo el paraguas de las mitras episcopales; con los años en los que se combate el matrimonio gay -y como secuela la asignatura de Educación para la Ciudadanía-, se combate la ley del aborto, la insuficiente ley de la memoria histórica.
Con esta evolución es normal desembocar en lo que se está viendo en estos días de las Nuevas Generaciones del PP (en el próximo congreso deberían cambiarse el nombre Frente de Juventudes), y ello, además del gen fascista del "abuelo"  AP en sus orígenes, aparte de esa alianza nacionalcatólica de los últimos años, hay un elemento que no podemos olvidar, y del que ya escribí en los artículos, uno en 2011 y otro en 2012. Aunque por distintos motivos en ambos artículos llamaba la atención de la similitudes del pensamiento liberal y el fascista, que hace que se pueda pasar perfectamente de uno a otro en caso de cuestionamiento del orden liberal.
Hay ejemplos que ya puse en su día; apellidos liberales del siglo XIX como los Queipo de Llano o los Milans del Bosch son apellidos vinculados con el fascismo en el siglo XX. Pero ahí están el caso del político liberal italiano Luigi Einaudi quien saludaba en los años veinte al fascismo como el retorno del “liberalismo puro” o el caso del economista austriaco-norteamericano Ludwig Von Mises, quien apoyaba en 1927 “las bandas fascistas como “un remedio momentáneo dictado por la emergencia” y adecuado a la tarea de la salvación de la “civilización europea” este caballero cuenta entre sus discípulos a Friedrich Hayek y entre sus influenciados a Milton Friedman; el primero gurú económico de Margaret Thatcher y el segundo de las dictaduras de Pinochet y Videla. Ambos, junto a su maestro, padres del neoliberalismo.
El liberalismo, es defensor de un sistema constitucional, con diversos partidos, separación de poderes, derechos individuales, pero sobre todo defensor de la libertad de mercado. Cuando las capas populares se organizan y conquistas más derechos (sociales) que meten en cintura -aunque sea un poco- al mercado o simplemente existe la posibilidad de que suceda -por el aumento de la contestación social-, el viraje fascista del liberal es natural.


viernes, 9 de agosto de 2013

Entrevista en el programa de PTV Cordoba tevé

El pasado 5 de julio se presentó en el periódico digital cordobaroja.es, con tal motivo me realizó una entrevista Ángela Jiménez Pérez en su programa. Aquí está el vídeo de la entrevista.

Dejarse de pegoletes*, se trata de plusvalía

También publicado en cordobaroja.es y en larepublica.es, artículo.

En unos pocos días hemos recibido los trabajadores españoles tres recomendaciones que vienen de distintos organismos; el FMI pedía bajar los sueldos españoles en un 10%, así como que para el año que viene tendremos un 27% de paro. La rebaja de sueldos además se sitúa en la necesidad de un pacto según el comunicado publicado por el FMI: "Los directores celebraron la reforma del mercado de trabajo de 2012. Sin embargo, recalcaron que se necesita mejorar aún más la dinámica del mercado de trabajo para reducir en forma suficiente el desempleo, entre otras cosas aumentando la flexibilidad interna, reduciendo la dualidad del mercado laboral, y mejorando las políticas activas. Muchos (directores del FMI) opinaron en general que sería beneficioso estudiar la posibilidad de un acuerdo social entre sindicatos y empleadores para acelerar los beneficios derivados de las reformas estructurales en materia de empleo, pero al mismo tiempo señalaron que sería dificil de lograr. No obstante, este acuerdo no debería demorar las reformas estructurales necesarias"
Días después fue Olli Rehn, Comisario para asuntos económicos de la Comisión Europea, escribía en la misma línea. No estaba solo, la portavoz de ese organismo, Chantal Hughes, dijo en rueda de prensa que "la propuesta fue hecha en su blog personal por lo que no representa necesariamente la visión de la Comisión, pero en este caso va muy en la línea del conjunto del Ejecutivo", ejecutivo del que no podemos olvidar forma parte Joaquín Almunia, del PSOE. 
Rehn lo que hacía era apoyar la propuesta del FMI tanto en la bajada de sueldos como en la necesidad de un acuerdo, nuevamente el mismo discurso en el blog, primero se alaba -aunque un tanto más excéptico- la reforma laboral de 2012, para añadir que "El impulso a la reforma, mejorar el funcionamiento del mercado de trabajo, se debe mantener. Los interlocutores sociales tienen tradicionalmente un papel central en Europa. La superación de la dualidad entre contratos fijos y temporales y ofrecer a los jóvenes más oportunidades son las tareas y la responsabilidad de todos los actores involucrados. Los funcionarios del FMI proporcionó recientemente una simulación de un "pacto social" de amplia base entre empleadores y sindicatos en una devalución interna: el aumento del empleo (y los recortes de precios) a cambio de que los sindicatos acuerden moderación salarial significativa". Señalo las palabras en negrita, sobre las que ahora después volveré.
No podemos olvidar que la famosa troika la conforman el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Sobre los salarios se han pronunciado oficialmente (en el caso del FMI) y cuasioficialmente (en el caso de la Comisión) dos de los tres jinetes del apocalisis europeo. El BCE no lo ha hecho ahora, pero si tiramos de hemeroteca, nos encontramos con que hace un año y medio el diario monárquico ABC titulaba una información con "El BCE quiere que haya salarios de menos de 400 euros en España", más reciente, hace justo un año, el BCE alababa la reforma laboral que se acababa de aprobar para apostar por la bajada de los salarios.  Nuevamente el mismo, mismo discurso.
Pero bien, volviendo a las frases en negrita. El FMI pedía acabar con la dualidad del mercado laboral en España; Renh nos lo traduce con la frase "la superación de la dualidad entre contratos fijos y temporales", para que justo en ese momento aparezca en escena el presidente de la CEOE, y el "capo dei capi" (jefe de jefes) español interviene para proponer al gobierno poder convertir los contratos a tiempo completo en parcial. En su informe la CEOE repite el mismo discurso; valoración positiva de la reforma laboral de 2012 pero "queremos más" reformas.
No estamos ante una crisis, estamos ante una reestructuración del sistema capitalista. Todas estas medidas van dirigidas a aumentar la plusvalía. ¿Y que es la plusvalía? pues que de la tarta que ha hecho el trabajador se reparta para que el capitalista se lleve una mayor parte que el trabajador. Bueno, en el sistema capitalista siempre el empresario se lleva una parte mayor de la tarta, lo que están planteando es llevarse aún más. No estamos ante una crisis, estamos ante la búsqueda de una plusvalía, de una explotación del trabajador mayor. la crisis es la excusa. Es la materialización la frase de Milton Friedman para explicar, lo que la periodista Naomi Klein llama, "doctrina del shock", cuando el gurú neoliberal afirmaba que para llevarse a cabo sus reformas se debía de producir bajo "una crisis real o percibida". Estamos ante eso. Y el botón de la muestra nos lo proporciona el propio Rehn en su artículo en cuestión cuando dice: "Pero, ¿no es todavía vale la pena probarlo en serio, por el bien de los millones de jóvenes españoles que se encuentran actualmente en paro? Aquellos interesados que se rechacen rotundamente que tomaría una gran responsabilidad nacional de los costos sociales y humanos en sus hombros". El chantaje del miedo. Del si no te "devalúas" -es decir, bajas tu valor; es decir, vende tu fuerza de trabajo más barata para que el empresario te saque más jugo- esto irá a peor.
Aceptar la tesis de que estamos ante una crisis en vez de una reestructuración del capitalismo lleva a un análisis dentro de la lógica del sistema, y en consecuencia -en el mejor de los casos- socialdemócrata, pero no será un análisis real, y en consecuencia se estará "engañando" al pueblo, al partir de la premisa de la "gran metira": la crisis.
Me explico. Aceptar que hay una crisis, supone aceptar que en un futuro -más o menos cercano- se podrá volver a la situación de antes de 2007, al mantenimiento del aquel "pacto social de posguerra" y su estado del bienestar. Se trata de aceptar que los sacrificios de hoy tendrán una recompensa futura, y por lo tanto llevarnos a la aceptación de las "recetas". En esa lógica, la protesta es insolidaria y carece de sentido.
Pero la realidad es otra. estamos ante una reestructuración del capitalismo, que ya no quiere, que no tiene necesidad de mantener, aquel "pacto social de posguerra" -la URSS no existe desde hace más de veinte años-. Los capitalistas europeos han llegado a la conclusión que para mantener su beneficio -la famosa plusvalía- necesitan eliminar a aquel pacto y el estado del bienestar.  Lo único que les interesa de la lógica pactista es "pringar" a los sindicatos en el desmontaje. Por lo tanto, no se puede defender algo que ya está muerto. Hay que explicar que lo que vivimos es una pérdida de derechos conquistados por que la burguesía -que apostó por el fascismo en los años treinta- fue derrotada en la Segunda Guerra Mundial, y su miedo a una revolución socialista es lo que le llevó a pactar el "estado del bienestar". Marcarse como objetivo este, es perder.

*pegolete: equivalente de pego. En Córdoba se dice como sinónimo de tontería.

lunes, 13 de mayo de 2013

Sobre el retorno del leninismo (parte 1)

El pasado día 1 de mayo, publicaba Javier Parra en larepublica.es un artículo llamado “El PCE y el retorno del “leninismo”” . Este es un debate recurrente en los congresos del PCE, lo que demuestra, que aunque el paso de la denominación de “marxista-leninista” a “marxista revolucionario” se produjese hace más de un tercio de siglo, es un debate que no está cerrado. En mis más de quince años de militancia del PCE he pasado por cuatro procesos congresuales, y está “políticamente convocado” -en palabras del secretario general del PCE, José Luis Centella- el quinto, correspondiente al XIX Congreso, a celebrar a finales de este año.
Cada vez que ha surgido el debate en el proceso congresual, aquellos que quieren seguir manteniendo la definición del “marxismo revolucionario” tratan de enfocar el debate a una cuestión “semántica” (sic), es decir, reducen el tema a una simple sustitución de una palabra por otra, convirtiendo el debate ideológico (aparentemente) en una cuestión absurda, sobre la que no se debe de perder tiempo.
Hay otra refutación que consiste en señalar que la fórmula leninista es más restringida, mientras que la del marxismo revolucionario incluiría a otros teóricos marxistas, contraponiendo a reglón seguido a Lenin y a Gramsci. Este argumento omite dos datos importantes; el primero, que Gramsci era marxista-leninista, y que sus aportaciones no son contradictorias, en todo caso complementarias, a las de Lenin. El segundo elemento, es que el debate leninista es sobre el modelo organizativo de Partido, cuestión esta que no se debate al situar la cuestión en un enfrentamiento entre dos pensadores como Gramsci y Lenin. Esto sin mencionar la gran difamación para evitar un debate serio; la acusación de que el marxismo-leninismo es una creación estalinista.
Pero no quiero centrarme es ese planteamiento sino que quiero abordar el tema sobre una perspectiva histórica.
Podemos establecer como premisa básica de partida que la estrategia, el método, la organización y el modelo organizativo de esta son consecuencia del contexto histórico y respuesta a este.
Así el periodo de las grandes revoluciones del siglo XIX, con sus oleadas de 1820, 1830 y 1848, al que habría que añadir las unificaciones alemanas e italianas y terminar con la Comuna de París. Es el momento en que nace la utopía obrera; es el momento el que los obreros se lanzan a dar sus primeros pasos para reivindicar y plantear alternativas a la explotación capitalista; es la época del neobabefismo, del luddismo, del tradeunionismo, del cartismo, del blanquismo, del fourierismo y es la época del Manifiesto Comunista de Marx y Engels, y también de El Capital. La forma de organizarse es diversa y adaptada a las pretensiones del grupo, pero es significativo el nombre de la organización más importante del periodo la Asociación Internacional de Trabajadores, la (Primera) Internacional. El nombre y la organización no reconoce las fronteras nacionales, sólo entiende intereses de clase, y su táctica es tanto "sindical" como revolucionaria.
En 1870 se unifican Alemania e Italia; en Versalles se proclama el Segundo Imperio Alemán. En París se vive la última revolución del siglo XIX, la Comuna, que acaba en masacre para los revolucionarios. Señalo estos dos acontecimientos pues tras ellos comienza la Belle Époque, una época de estabilidad política en Europa que durará más de cuarenta años, hasta la Primera Guerra Mundial. La burguesía había impuesto su sociedad; el capitalismo liberal en lo económico y el Estado-Nación liberal en lo político.
No es de extrañar, que en 1875, a cinco años de que se proclamase el Estado-Nación alemán, los socialistas alemanes creen una organización para actuar en el Estado-Nación, el Partido Socialdemócrata. La Internacional ya pertenecía a otra época: ahora se imponen las organizaciones nacionales -partidos y sindicatos-. Pero no es la única adaptación; la Segunda Internacional no será una organización sino un encuentro entre partidos nacionales; pero la adaptación más significativa es la siguiente.
Ante el éxito del Estado-Nación liberal surge, también en Alemania, la idea de que Marx había errado, y que la revolución no iba a tener lugar, sino que dentro del Estado-Nación liberal era posible realizar reformas que mejorasen las condiciones obreras y que llevasen al Socialismo: es el revisionismo. En paralelo en Francia se está debatiendo si entrar o no en el gobierno burgués. El revisionismo es pues la respuesta de un sector del movimiento obrero marxista al éxito burgués del Estado-Nación liberal, y tratan de influir en él, aún a costa de revisar a Marx. La respuesta a se la darán distintos teóricos marxistas como Rosa Luxemburgo o Lenin llamando la atención del carácter de clase del estado, y en consecuencia de la inviabilidad del revisionismo, y en consecuencia la vía revolucionaria de obtención del poder. En ese contexto, con ese fin, hay que entender el modelo organizativo planteado por Lenin; el modelo leninista de Partido.
El estallido de la Primera Guerra Mundial y la consiguiente Revolución Rusa, y más adelante la Gran Depresión, generan una nueva coyuntura que las organizaciones obreras tienen que acometer. La revolución se ve próxima, la confrontación de clases hace que las organizaciones obreras sean más combativas. La reacción de la burguesía, el fascismo, aparece como instrumento con el que frenar el ímpetu obrero. El modelo organizativo leninista, pensado para la lucha de clases, da resultado y al finalizar la Segunda Guerra Mundial el comunismo es la opción política hegemónica en Europa.
Tanto es así, que Churchill, erigido en portavoz de la burguesía europea, pide ayuda a EEUU para crear el famoso "telón de acero" que evitase el avance del comunismo desde el esta a Europa Occidental. En esta se produce el "pacto social de posguerra", en el que los antiguos revisionistas aceptan el capitalismo keynesiano (modelo Estado del Bienestar), para años más tarde abandonar oficialmente el marxismo. Por otro lado, las burguesías europeas aceptan derechos sociales, asumibles por el capitalismo, con el fin de conservar la propiedad de los medios de producción. Estamos ante una nueva época dorada por los Estados-Nación liberales, ahora bajo la forma de "Estado social y democrático de derecho". Ya hemos visto la evolución de los socialdemócratas pero ¿Qué ocurre con los partidos comunistas?
Aquí hay que señalar una obviedad y otros tres elementos del contexto histórico; la obviedad es que no existe una fórmula inalterable de la revolución y el socialismo, por consiguiente estas son consecuencia de los contextos históricos y culturales de donde se producen. Los tres elementos son;
  1. Los partidos comunistas de Europa occidental había contribuido a configurar los regímenes políticos de sus países en esos "Estado sociales y democráticos de derecho".
  2. El anticomunismo contra la URSS cala en las sociedades de Europa occidental
  3. La URSS lanza la coexistencia pacífica con el fin de evitar una guerra nuclear, y relacionado con esto la tesis del policentrismo.
Todo esto explica la evolución hacia lo que se llamó Eurocomunismo en los principales partidos comunistas europeos, entre ellos el PCE. A saber, una vía al socialismo para los países desarrollados, en el que se aceptaba la participación en la Comunidad Económica Europea; en la que se hacían gestos de distanciamiento, cada vez más visibles, con respecto a la URSS; y un elemento importante, dado el éxito anticomunista de vincular el comunismo con dictadura (la URSS y los países del Este) el Eurocomunismo trata de buscar el reconocimiento de los otros partidos de sus países como partidos demócratas, obviando, en este complejo, que no necesitan más aval que la vida y sangre y esfuerzo que sus militantes en la lucha contra el fascismo en donde no tenían comparación con nadie. En esta carrera por distanciarse de la URSS y buscar el aval demócrata el PCF y el PCE renunciar a un concepto marxista como "la dictadura del proletariado" buscándose eufemismos en los que aparecían el concepto democracia. Y en el caso del PCE hay que entender en este contexto -más el nacional de la Transición- la sustitución del "marxismo-leninismo" por el "marxismo democrático y revolucionario" -fíjense en la necesidad de reforzar el concepto de democrático-. Este reforzamiento del concepto democrático lleva en Italia, tras caída del Muro de Berlín, a la refundación del Partido Comunista Italiano en Partido Democrático de la Izquierda -que termina integrándose en la socialdemocracia-, hoy integrado en el Partido Democrático junto a los restos de la democracia cristiana y la socialdemocracia.
El éxito del agitprop anticomunista -que no hizo distinciones en los esencial entre prosoviéticos y eurocomunistas (el capitalismo siempre supo que tanto uno como otro eran enemigos suyos)-; la teoría del "desmigajamiento de la clase obrera"; la implosión del campo socialista europeo (1989-1991); el tsumani neoliberal de los noventa; el pensamiento único y el "fin de la historia", lleva a una crisis de identidad de los comunistas europeos; y también, como bien explica Julio Anguita en su último libro "Conversaciones sobre la Tercera República" empieza a producirse una subordinación del "Estado social y democrático de derecho" a "los mercados". En los últimos años, esto es una obviedad. Los regímenes surgidos tras la Segunda Guerra Mundial, esos "Estados sociales y democráticos de derecho" hoy ya no existen; con las políticas del control del déficit y de la deuda se prioriza el interés de la oligarquía económica (de los capitalistas de siempre) sobre el interés de la mayoría de la sociedad; se establece una lucha entre los de arriba y los de abajo; se recrudece, en términos clásicos, la lucha de clases.
Y es en ese contexto, en el que debemos de definir cuál es el mejor modelo organizativo para estos tiempos; si uno pensado para la confrontación electoral, que parte de la premisa que el sistema va a permitir la construcción del Socialismo vía electoral; o si el Partido tendrá que  organizarse, no pensando en una confrontación electoral, sino en una lucha de clases en el tajo.  

sábado, 13 de abril de 2013

14 de abril en la crisis del juancalismo

Con motivo del 14 de abril, el diario Córdoba me ha publicado el siguiente artículo, pero con el título modificado, el título original es el que aparece en el blog.


Soy de una generación que nacimos en la Transición y que durante nuestra infancia ochentera recibimos en nuestras familias, en el colegio, en todo nuestro contexto un enamoramiento de la sociedad española con la Transición y el régimen (la llamada “La Democracia”) surgido de ella, así como del papel que nos contaban que había tenido el Rey en dicho proceso.
El republicanismo fue olvidado en los ochenta, especialmente tras el 23F. En los noventa resurge, tras el famoso discurso de Julio Anguita en 1996, un republicanismo icónico, de banderas. Hace diez años, con protagonismo de mi generación, aparece lo que podríamos denominar republicanismo crítico, en la medida que los jóvenes veíamos que la ideal Democracia juancarlista tenía limitaciones. Tal vez esto lo representa mejor que nada el empuje de los movimiento memorialistas. Se tenía conciencia cada vez más que la Transición había sido un cambio institucional para que siguiesen hegemonizando la sociedad española los mismos sectores que durante la dictadura, como señalan entre otros el economista Vicenç Navarro. Surgen también algunos medios de comunicación digitales de militancia republicana.
En la medida que la actual crisis ha sido utilizada como excusa para reformar la sociedad a la medida de los intereses de la oligarquía, a través de lo que la periodista Naomi Klein llama “terapia de choque”, el juancarlismo (el régimen surgido en 1978) ha ido mostrando más sus límites como democracia. En este punto el republicanismo se volvió propositivo. Cabe destacar en esta línea la conferencia republicana del PCE de 2010, que planteaba una propuesta de Tercera República que necesariamente debe de tener un sentido social (el control democrático de la economía, la banca pública, la reducción de la jornada laboral, la exigencia legal de los derechos de trabajo, vivienda, salud o educación;) y democrático (sistema electoral proporcional, elección y posibilidad de revocación por la ciudadanía de todos los cargos públicos.
Desde entonces -especialmente en el año que va desde el elefante a la imputación- el deterioro del juancarlismo se está manifestando hasta tal punto que voces, como Ansón, plantean un cambio en la cúpulas dirigentes de los partidos dinásticos pero no en el trono, y otros plantean lo contrario; la abdicación del monarca. Pero una u otra salida no es sino repetir el modelo de la Transición, pues supondrían cambiar algunas cosas para que lo esencial continuase.
Hoy en Europa (y en el mundo occidental) estamos en un proceso en el que la democracia surgida tras la Segunda Guerra Mundial está en cuestión, así desde distintas perspectivas lo denuncian personas tan dispares como politólogo Guy Hermet (quien habla de gobernanza) o el cineasta Michael Moore (que lo hace de plutocracia). Las llamadas políticas de ajuste suponen una reestructuración social que genera la crisis de la democracia formal, y esta; o se hace radicaliza o se hace oligárquica.
Esta disyuntiva explica la recuperación en Portugal del verso “O povo é quem mais ordena” frente a la troika. Y en España esta situación se manifiesta en la disyuntiva que podríamos definir como; plutocracia o república.
Es decir, o una democracia formal al servicio de “los mercados” o un sistema con un empoderamiento ciudadano permanente. Se trata, desde una perspectiva jacobina, de establecer el poder ciudadano y la igualdad política sobre cualquier otro criterio; sea el hereditario (la corona) o neoliberal (la subordinación de la política a “los mercados”). En definitiva, que el Pueblo tenga la capacidad de decidir sobre cualquier aspecto que le afecte.
La ideal “La Democracia” que nos contaban de niños está agotada; el juancarlismo representa cada vez más los intereses del eufemismo “los mercados”. Es el momento de un republicanismo que vaya más allá. Por ello, recientemente en el Consejo Provincial de Izquierda Unida debatimos sobre la necesidad de devolver al pueblo el poder en un proceso constituyente, en el que la ciudadanía cree nuevas instituciones empoderadas de pueblo, de donde surja un régimen social y democrático que no puede ser sino republicano. Una democracia sólo puede ser totalmente democrática si es República; una república solo puede ser realmente republicana si el Pueblo es su protagonista y beneficiario.

Miguel Ángel Peña Muñoz
exsecretario provincial del Partido Comunista de Andalucía en Córdoba
Profesor de Geografía e Historia



domingo, 10 de marzo de 2013

Escrito hace años

Hace años José María Aznar dijo en EEUU que España había sido ocupada durante ochocientos años por los musulmanes.
Ante semejante aberración histórica escribí el siguiente artículo que fue publicado por la web rebelión.org.
El texto del mismo era el siguiente:

 Carta a Aznar sobre la España musulmana




Acabo de ver en la televisión, unas opiniones del señor Aznar en su querido Washington, en las que con su discurso "neocon" manipula la historia de nuestra España. El señor Aznar no encuentra mejor demagogia para defender el "bushista" "choque de civilizaciones", que demandar al Islam que pida perdón por "conquistar y permanecer ochocientos años" en España".
Creo que el señor Aznar, a pesar de sus vínculos familiares con Córdoba, ignora aspectos muy importantes del periodo andalusí. El primero de ellos es que, a pesar de que las tropas musulmanas que desembarcan en el 711 en Tarifa fuesen bereberes, la población andalusí, no lo será. Mayoritariamente los musulmanes de Al-Andalus, no eran ni magrebíes ni árabes, sino visigodos e hispanorromanos convertidos al Islam, es decir la mayoría de la población andalusí eran étnicamente iguales a los cristianos del norte peninsular. Se lo traduzco, señor Aznar, a su idioma; los musulmanes eran tan españoles como los cristianos del norte. Por lo tanto, no se puede hablar de ocupación de ocho siglos.
Su idea de la ocupación de una España cristiana anterior y posterior a Al-Andalus, viene de la propaganda que utilizaba el Reino de León, el cual quería reclamarse heredero de los visigodos. Sin embargo, paradójicamente, fue León quien se desvinculó de la estructura católica anterior al 711, ya que el estado islámico andalusí respetó tal cual la jerarquía católica de origen visigodo. Así los cristianos leoneses rompen la Iglesia preexistente al Islam, por tener aquella buenas relaciones con las autoridades musulmanas.
Conocerá usted, por que está harto divulgado, que en Al-Andalus se practicó la tolerancia religiosa. Sí, el Islam era la religión oficial, pero existían comunidades cristianas y judías, algunos de cuyos miembros llegaron a ocupar cargos en el Estado islámico andalusí. Le voy a poner un ejemplo de cómo la convivencia religiosa era política del Estado islámico andalusí; En el siglo IX un sector católico andalusí buscaba el martirio blasfemando contra Mahoma. Esto hacía peligrar la citada convivencia plurirreligiosa andalusí. Por ello, el Emir Abderramán II convocó a los obispos cristianos andalusíes para que condenasen tan negativa actitud. Fíjese usted que diferencia con su "choque de civilizaciones".
En cualquier caso, y siguiendo su argumento, si el Islam debe de pedir perdón por conquistar la secular España, ¿se entiende que Italia debe de hacer lo mismo por la conquista romana? ¿Debe Francia pedir perdón por la invasión de Carlomagno hasta el Ebro?
Deduzco, en lógica con su demanda al Islam, que el señor Aznar quiere que España pida perdón a Bolivia y Perú por conquistar la Civilización Incaica, y a Cuba (y el resto de las Antillas) España le pedirá perdón por su conquista, exterminio indígena y esclavitud africana, y haberla ocupado durante cuatrocientos años...
Señor Aznar, deje de manipular la Historia de nuestro país por intereses partidistas. La Historia está bien conocerla, conózcala y deje de hacer demagogia. Gracias.

martes, 5 de marzo de 2013

¡UH, AH CHÁVEZ NO SE VA!


Recuerdo un día que al llegar a la cafetería de la Facultad de Filosofía y Letras ver en el periódico Córdoba la noticia de que en Venezuela había sido elegido un tal Hugo Chávez. La foto que acompañaba la noticia era toda una tarjeta de presentación; Fidel Castro dándole un abrazo al nuevo presidente. Gracias a aquella foto me interesé por el personaje. Me enteré de que en 1992 había encabezado un levantamiento militar, levantamiento que recordaba haber escuchado en su día en la radio.
Cómo digo me interesé por su proyecto político, y cuando aún desde sectores de la izquierda social se mostraban recelosos de él, por lo que contaban los medios de comunicación, a mi me resultaba interesante la Revolución Bolivariana que preconizaba, en donde con planteamientos patrióticos se enfrentaban al neoliberalismo.
Recuerdo aquel abril en el que los fascistas e imperialistas lo derrocaron, fue ese fin de semana la Fiesta del PCA en Granada, de pronto, la noche del sábado empezó a haber rumores de que el pueblo había tomado Miraflores. Las caras de los viejos camaradas cuando la noticia se confirmaba no se me olvidará. Aquel golpe disipó las dudas a los que aún tenían dudas; si Bush y Aznar trataban de derrocarlo, sería por que no sería tan malo.
Un par de años después tuve la oportunidad de oírlo en persona en Madrid, e incluso de estrecharle la mano en la Estación de Atocha donde vino a homenajear a las victimas del 11-M. En ese momento pude hacer la foto que ilustra este artículo.
Chávez consiguió lo que Allende no pudo; llevar a cabo un proceso revolucionario socialista a través de las urnas, y que el imperialismo y el fascismo no pudieran evitarlo.
Chávez, pasará a la historia por se la persona que personificó un proceso popular que puso otra vez encima de la mesa al Socialismo.
Si en 1989 al Socialismo se le puso una lápida y se le dio por muerto, el proceso revolucionario que Chávez personificó volvió a ponerlo de actualidad y actualizarlo, bajo el nombre de Socialismo del siglo XXI.
Y a los que esperan ahora que, con el fallecimiento del Presidente, el neoliberalismo vuelva a Venezuela y América Latina, sólo recordarles que Chávez fue derrocado en 2002; y la clase obrera venezolana fue la que se comió a los golpistas. Chávez ya no está; pero su pueblo se queda.
En una Europa de los recortes, Chávez tiene que ser un referente. El referente de cómo con voluntad política, y aún jugándose la vida por ello, se puede hacer una política distinta, que no sea la ordenada por "los mercados". Esa es la gran enseñanza de Chávez, y por ello toda persona que en Europa quiera combatir los recortes deberían de acercarse no, ya a la persona que hoy ha fallecido, sino al proceso de la Revolución Bolivariana; las misiones sociales, la democracia participativa, los referéndum revocatorios...
Por su opción de lucha contra el neoliberalismo, de internacionalismo, de profundización de la democracia -más allá de formal que tenemos en España-, por el protagonismo de las organizaciones populares; en definitiva por abrir una nueva vía a la Democracia y al Socialismo, Hugo Chávez pasa a la Historia.

Camarada, que la tierra te sea leve.

Publicado también en larepublica.es

lunes, 18 de febrero de 2013

Ojalá me equivoque. A Beatriz Talegón

Acabo de ver por youtube el video de un programa de Tele 5 en el que la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau, coincidía con la dirigente de la Internacional de las juventudes socialista, y convertida en la rebelde de la socialdemocracia en un hotel de cinco estrellas, Beatriz Talegón.
Este programa tenía lugar en el momento horas después de haber sido expulsada la socialista de la manifestación en apoyo de la ILP contra los desahucios de ayer.
Tras una semana desde que la "Pepita Grillo" de la socialdemocracia salió a la palestra, y tras dudas sobre si se trata de algo sincero o un lavado de cara del PSOE, la dirigente socialista, en este programa se defiende afirmando que se trataba de unas críticas sinceras, y que por ello era incomprensible que la expulsasen de la manifestación.
Esto me plantea algunas cuestiones. Partiendo del hecho de que no negarme a esa posibilidad de unas críticas sinceras, parto de mi experiencia para plantear algunas cuestiones.
¿Cuál es mi experiencia? Soy casi una década mayor que Beatriz Talegón y además historiador, esto me da recuerdos de promesas de Felipe González sobre los puestos de trabajo que nunca se crearon; sobre las salidas de la OTAN que se convirtieron en permanencias; de reformas laborales que trajeron las ETTs; del PSOE que paralizó en los ochenta a los movimientos sociales; al PSOE que cuando no está en el gobierno se pone la "chaqueta de pana" para atraerse el voto de izquierdas, y una vez el gobierno hace lo contrario...
Sí, Beatriz puede decir, como dice en la entrevista, que ella nació en el 83 y que no se le hable del GAL ni de cosas sobre las que ella no tiene responsabilidad.
Bueno Beatriz, y esto lo dice una persona que milita en otro partido político, en mi caso el Partido Comunista de España, cuando uno milita en una organización lo hace porque coincide con sus planteamientos políticos; y estos no son sólo filosofía, sino que también son la trayectoria de la organización.
Según tu argumento, yo -que nací en 1975- no debería de sentirme vinculado a la defensa de la República que mi partido hizo, no debería sentirme vinculado a la lucha antifranquista que realizaron hombres y mujeres, que arriesgando su vida, militaban y combatían en el PCE durante cuatro décadas de fascismo; no tendría que sentirme vinculado al papel del PCE en la Transición; ni tampoco a la lucha contra la OTAN y por la paz que mi partido ha defendido siempre... Pero, aunque yo no fuese militante del PCE en esas fechas -o tan siquiera viviese- son esas acciones las que me hicieron militar, y por lo tanto asumo, no solo su filosofía sino su acción, pues aunque con errores -o al menos así lo entiendo yo en algunos casos- el balance lo veo positivo, y esto me lleva a asumir el conjunto de su filosofía y de su acción.
Supongo, Beatriz, que si militas en el PSOE es porque te identificas con sus acciones, y por eso decidiste entrar en el PSOE y no en otra organización. Y eso automáticamente te convierte en alguien asume su trayectoria para lo bueno y para lo malo.
Ese es tu problema del #16F...
No pongo en duda, que tus palabras y tu sentir fuesen sinceros, pero chirrían de alguien que es la líder de las juventudes socialistas del mundo, de una internacional en la que participan personalidades que han legislado en contra de los trabajadores, eso te convierte o en alguien que no sabe dónde está; o en una incoherente; o en alguien que está representando un papel.
Y a mi me suena a esto último, ¿Cómo es posible que repitas tanto en tus entrevistas que los grandes líderes que asumieron hace décadas el capitalismo -y sus consecuencia- ahora lloraban y aplaudían? ¿Acaso se cayeron del caballo? ¿Acaso no sabían sus consecuencias hasta que una joven se lo dijo desde el "púlpito"? No, a mi me parece más un lavado de imagen, y más conociendo la habilidad del PSOE para disfrazarse de izquierdas cuando no está en el gobierno, de ir a manifestaciones que de estar en el gobierno no irían... Pero la gente en España parece que al fin lo han calado, y eso genera la reacción de la tarde del #16F contra Talegón y del ex ministro López Aguilar -muy buena compañía para una militante de base-.
En cualquier forma, ojalá esté equivocado y Beatriz Talegón sea que realmente en el PSOE está pasando algo como ocurrió tiempo atrás en Alemania con Oskar Lafontaine o en Francia con Jean Luc Melechon y no una nueva Felipe González. El tiempo lo dirá, y no habrá que esperar mucho.

domingo, 3 de febrero de 2013

Que el pueblo tome la palabra; por unas elecciones a constituyentes

a raíz del escándalo de los sobres que golpea al Partido Popular, y que salpica al Gobierno de la Nación, el Coordinador General de Izquierda Unida, y Portavoz del Izquierda Plural pedía la dimisión del Presidente del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas.
Juramento del Juego de la Pelota. momento de la Revolución Francesa en el que se decide dotarse de una nueva Constitución.

Comparto estos dos planteamientos de Cayo Lara; sin embargo, creo que el problema de fondo no se resuelve con unas meras elecciones anticipadas, sino que entiendo que Izquierda Unida debiera apostar por pedir que esas elecciones anticipadas tengan carácter constituyente. Es decir, no se trata de dar la voz al pueblo para que elija los nuevos dirigentes que lo rijan, sino de que el pueblo tome la palabra para realizar un nuevo contrato consigo mismo ya que el contrato social surgido de la Transición está, como se dice por estas tierras, "dando las "boqueás"".
A finales de 2010 -aún ni existía el 15M- escribí en este blog un artículo llamado "2010: La Crisis de la Transición" en el que planteaba como el régimen de la Transición mostraba agotamiento, el no dar más de sí; el impedimento de poder investigar los crímenes del franquismo; la crisis del PSOE; como España se convertía en una plutocracia en en el momento en el que el Gobierno se reunía con la cuarentena de capitalistas más importantes del país para que estos le dijeran las medidas a tomar: habría que recordar que entre los que se reunión con Zapatero aquel noviembre de 2010 estaban Rodrigo Rato (Bankia -¿qué decir?-) y algunas compañías que ahora aparecen en los papeles como donantes del PP como FCC, OHL o Mercadona. Aquello era allá a finales de 2010.
Desde entonces no hay institución de las fundamentales del régimen surgido de la Transición que se salve; un poder ejecutivo que lleva un año recortando y recortando y que ahora se le intuye ensobrado; un parlamento elegido por una ley injusta; unos diputados que votan leyes que atacan a la ciudadanía, al grito de "¡Que se jodan!" de la hija de un corrupto cacique, mientras poseen privilegios que van más allá de la duración del cargo. Una justicia que es un coladero de corruptos y ricos y que condena al juez que investiga los crímenes de la dictadura y de la corrupción. Y un Jefe de Estado que se sitúa en un estatus de neutralidad pide sacrificios a sus "súbditos" mientras se va de safari; un banquero - ex dirigente del partido en el gobierno- que se va de rositas y con el "parné" después de generar un agujero en su entidad que genera un daño "en la marca España" que propician recortes sobre los recortes; un líder la patronal que pide que se trabaje más y se cobre menos pero él se lo lleva calentito; dirigentes políticos que cuando dejan la política se pasan a la empresas privadas -que fueron beneficiadas durante su gestión-; una justicia que no llama ni como testigo a la mujer y socia de un cabecilla de un caso de corrupción por ser la hija del Jefe del Estado -el de los elefantes-. Una Iglesia que da lecciones morales sobre cosas que a la gente se las trae al pairo, pero que no paga impuestos...
Un régimen que queda claro a treinta y cinco años de su nacimiento no da respuestas a la ciudadanía, pero que está la orden de los mismos sectores gozaban de privilegios en la dictadura. Un régimen democrático con tanto límites al pueblo que parece que un disfraz.
Hoy, al calor de la crisis y de los casos de la corrupción y la falta de ejemplo de los dirigentes existe una desafección de sectores de las ciudadanía con respecto al régimen. Esta desafección toma dos actitudes diferentes; por un lado, los que asumieron la ideología dominante (-tanto económica -neoliberalismo-, como cultural -pensamiento único-, como política -el "mito de la Transición"-) y que ahora se encuentran  huérfanos; ya que su concepto de ciudadanía consiste sólo en votar cada cuatro años para elegir a la élite dirigente; personas para las que el compromiso a través de los instrumentos tradicionales la izquierda es algo trasnochado; esas personas están huérfanas y no saben qué hacer dentro de su concepto cultural, que es el único que no lo han defraudado; ya que han sido, en muchos casos golpeados por el neoliberalismo en la crisis por la opción política que consideraban mejor.
Hay otro sector, que desde el zamarreo que fue el 15-M, y entorno a problemáticas como los desahucios, la defensa de la sanidad y la enseñanza pública o la lucha contra el paro. Este sector, que reivindica desde un planteamiento democrático; en el que el pueblo no solo vota sino que opina y quiere influir. Pero que tampoco tiene un cauce estructurado que sirva para construir esa alternativa global.
Cuando el pueblo ve ejemplaridad en sus dirigentes, aquel los sigue y si es necesario se sacrifica; el problema hoy en España es ese pero a la inversa. Al pueblo se le pide -es el eufemismo de se le impone- sacrificios, pero no solo no ve ejemplaridad en sus dirigentes sino que más bien todo lo contrario.
En este momento hay que ser valiente. Se trata de definir si el régimen de la Transición sufre una enfermedad de corrupción -no ya de corrupción económica o delictiva sino ética- que se pueda tratar con una dosis mayor de democracia; o que el régimen es corrupto porque nació de un pacto con una dictadura corrupta de la que no tuvo que rendir cuantas al pueblo nadie por sus crímenes. En ese caso, no hay tratamiento posible.
Y me sitúo en esta perspectiva; es el momento que desde una organización importante como es Izquierda Unida, que quiere un Estado republicano, federal y solidario, se diga abiertamente que queremos otro régimen político; no una deseable y futurible Tercera república, sino que -parafraseando La Marsellesa- "el día de la república nos ha llegado". Esto significa que no nos podemos limitar a pedir elecciones para cambiar de Gobierno, sino proclamar el fin del régimen de la Transición  y por ello exigir el carácter constituyente; no una reforma de  una Constitución consensuada con los franquistas conversos y nacida bajo el ruido de sables; sino una Constitución nueva.
En América Latina, los movimientos que se enfrentaron al neoliberalismo trajeron consigo la caída pacífica de los regímenes que habían hecho posible el "tsumani" neoliberal, y el nacimiento de nuevas constituciones surgidas de un poder popular creado por las luchas contra los desastres sociales que las reformas neoliberales acarrean.  
Cuando en la ciudadanía se sitúa la desconfianza ante las instituciones es que estas tienen los días contados, ya que las instituciones pasan, pero el pueblo es permanente. 
Con las Constituciones y las instituciones con respecto al pueblo sucede lo mismo que decía Jesús de Nazaret con el Sabat: "Las instituciones se hicieron para el publo, y no el pueblo para las instituciones".

También publicado en larepublica.es

miércoles, 16 de enero de 2013

Objetivo 2015: En la lucha y en Capitulares.


Hace unos días, la prensa local se ha hecho eco de unas declaraciones del camarada Galileo Florido, Coordinador Local de Izquierda Unida, sobre los objetivos de la organización de cara al año que se inicia, en dicho marco el Coordinador Local planteó para este año los criterios del "perfil de la persona que exige este contexto histórico y la sociedad cordobesa". La prensa local se hizo eco de esa rueda de prensa interpretando de que se trata de la designación de la persona. E incluso se pusieron a hacer descartes de nombres.

Más allá de ese titular, hay otra cuestión de la que los medios pasan de puntillas; y es la ruptura con el pasado institucional.
Efectivamente, ya es tiempo de la reconstrucción. Lo acontecido en mayo de 2011, para Izquierda Unida en Córdoba, fue “un desastre”, como en su día lo definió Julio Anguita. Lo ocurrido fue grave desde el punto de vista institucional, pero desde un punto de vista histórico cerraba una etapa que se había iniciado allá por el año 1979. Y por eso ahora debemos de afrontar la situación desde esta perspectiva histórica e iniciar un nuevo ciclo histórico.
En los meses de reflexión que siguieron a las últimas elecciones municipales hubo una mayoría que señalaban los males de la última etapa de gobierno; eso que en los medios le han llamado “rosismo”. Sin embargo, esas prácticas que se vivieron son parte -degradada- del ciclo histórico iniciado en 1979.
El peso que el PCE/IU de Córdoba ha tenido en el terreno institucional ha hecho que conceptos de la organización sobre la institución, que por la realidad en el resto de España no han tenido tanta raigambre, en Córdoba sí lo hayan tenido. Me explico, nosotros hemos sido en los casi 34 años de ayuntamientos democráticos gobierno en 28. Eso nos ha dado una actitud demasiado políticamente convencional, puesto que somos, éramos, partido de gobierno, y había que tener propuestas políticamente correctas.
Este carácter institucionalista hunde sus raíces más profundas en la visión que los comunistas tenían sobre el actual régimen político en los años de la Transición, justo en el momento en el que el PCE gana las elecciones municipales en Córdoba (1979). Sobre esa visión me voy a referenciar en los artículos que escribí sobre el aniversario de la legalización del PCE  y a raíz del fallecimiento de Santiago Carrillo.
El PCE era un partido que había sido ponente de la Constitución. Constitución que lleva sólo cinco meses aprobada cuando se producen las elecciones municipales de 1979. Esto hay que tenerlo en cuenta porque el Partido, en ese momento confía en que el actual régimen político permite la profundización democrática y el avance hacia el Socialismo. Además está inmerso en la participación de la búsqueda de consensos que consolidasen “La Democracia”.
Señalo esto porque en ese contexto pactista de la Transición el gobierno municipal de Córdoba en la primera legislatura fue de “unidad nacional” integrado por todos los partidos con representación en el Ayuntamiento -PCE, UCD, PSOE y PSA-, si bien sólo terminaron la legislatura en el gobierno comunistas y andalucistas. Pero también quiero recordar el respeto a las instituciones del Estado; quiero recordar la invitación a la Corona para que inaugurase el Ayuntamiento siendo Anguita Alcalde.
Cuando llevaba yo relativamente poco tiempo en el partido, finales de los noventa, un veterano camarada de mi agrupación, dijo algo así como que “aquellas elecciones (las de 1979) no las ganó Julio (Anguita) las ganó el Partido. Julio no era conocido. Las siguientes ya sí las ganó Julio”.
Esta reflexión encierra por un lado el hecho de la fortaleza social del Partido y sus alianzas sociales. El propio Julio manifiesta en su libro Corazón Rojo como uno de los factores de la victoria electoral de 1979 la alianza de un PCE fuerte con los cristianos de izquierdas en la ciudad. Comunistas y cristianos conformaban una alianza en los movimientos sociales (vecinal, sindical, juvenil, solidaridad, etc.) que configuraba esa hegemonía de los valores de izquierdas, que se manifestaba en lo institucional en el gobierno de la ciudad.
Por otro lado, la reflexión del camarada expone la aparición, para 1983, del factor del líderazgo y de la gestión municipal.
Se configura así una ecuación exitosa; una organización enredada en el tejido social; una alianza social que permitía una hegemonía de los valores de izquierdas y una buena gestión; además de un respeto institucional; y finalmente un referente personal querido en la ciudad.
Desaparecido este, con la dimisión de Julio en 1986, esa ecuación va cambiando, y empieza a priorizarse por encima de todo la gestión institucional. Una buena gestión en la institución bastaba para reproducirse en el gobierno; con lo que, consiguiente, la interlocución social pasaba de la organización a la institución.
Este nuevo modelo fue válido hasta que los cambios en la sociedad española -y por ende cordobesa- lo fueron haciendo inviable.
Tras la crisis de los primeros años noventa, muchos trabajadores que quedan en paro se transforman en autónomos o pequeños empresarios, y adquieren los valores individualistas neoliberales, y evolucionan hacia la derecha siendo el momento en el que las ciudades españolas -y Córdoba no es una excepción- se escora hacia la derecha; comienza la hegemonía electoral del PP tanto en España como en Córdoba. Sobre este cambio en España se puede profundizar en este enlace
En las elecciones municipales de 1995, por primera vez no es el PCE/IU la fuerza más votada, sino el PP. Dado el enfrentamiento de aquellos años de entre el PSOE e IU se hace imposible un acuerdo de gobierno entre ambos, y este recae en el PP.
La ecuación ahora había de reinventarse; Sin el poder institucional no había posibilidad de la reproducción a través de la buena gestión institucional. No había un referente que pudiese convertirse en alcaldable dentro del grupo municipal, máxime cuando el Alcalde saliente termina esa legislatura en el PSOE.
En la organización se empieza a instalar la idea de que la organización -esto es el colectivo- es incapaz de recuperar la Alcaldía. Es por lo que, ante esta situación, se trata de buscar a un dirigente conocido por la ciudadanía a través de los medios; una persona que por su carisma sirviese para atraer los votos perdidos, y de esa forma recuperar en 1999 la Alcaldía. Se genera así el germen del “rosismo”.
Y aquí hablo de mi experiencia propia. Mi primera Asamblea Local de IU fue aquella que se llamó en algún medio como “la batalla del Hesperia”, en diciembre de 1998. Fue aquella en la que se terminó de configurar el estilo “rosista”, en el que aprovechando ese sentimiento de búsqueda de un liderazgo fuerte, la alcaldable impuso su lista bajo la amenaza de “o me voy”. Y desconfiada la Asamblea del colectivo como forma de recuperar el Gobierno, esta, temerosa de perder las elecciones, aceptó el chantaje.
Entre 1999 a 2009 la situación ha sido compleja y se puede decir que no hubo ecuación. Me explico. Desde el primer minuto se entabla una pugna entre la institución y sectores de la organización -empezando por el propio PCA-. La primera actúa por independiente del conjunto de la organización. Por otro lado, los  sectores de la organización tratan de influir y de ser coparticipes de las decisiones significativas.
Aunque se mantienen las políticas de izquierdas en la ciudad; participación ciudadana y empresas públicas como señas de identidad más significativas; se empiezan a mandar mensajes desideologizados -¿Nos acordamos de aquel lema “Con Rosa no hay color”?- o intentos de atraerse el voto se sectores que no son de izquierdas, como cuando se pidió el voto a los que en su día habían votado por Suárez; o ciertas relaciones que molestaban dentro y fuera de la organización en la izquierda social o gestos que rompían con los principios ideológicos de la organización como cuando en 2002 se ofreció Córdoba para una reunión europea sobre Defensa. La organización era ignorada o no era capaz de hacerse escuchar.
Esta deriva institucionalista, unido a la debilidad de los movimientos ciudadanos, que en muchos casos optaron por una crítica y un alejamiento de IU (no siempre justas), fue erosionando nuestra base social. Todo esto, sin perder de vista la hegemonía cultural -en la ciudad y en el país- de los valores de derechas con los que debía campear el Gobierno Municipal, que todo hay que decirlo. En un contexto institucional en el que (excepción de la legislatura 2003-2007) el PP era la primera fuerza institucional -a un escaño de la mayoría absoluta- y el gobierno estaba compartido con el PSOE.
Y con un descontento creciente en la organización pero que nunca superó el chantaje al que se sometía al colectivo llegado el momento de las listas; el “o me voy”.
Cuando un día la Alcaldesa se levanta Consejera “la papeleta” era compleja para la organización.
El compañero Andrés Ocaña, nuevo Alcalde, dio un giro interesante para una nueva relación entre la organización y la institución; y en relación con la ciudadanía, pero la conjunción de factores llevó a la materialización del desastre. La pérdida de hegemonía de los valores de izquierdas ha sido tal que hasta un empresario imputado en casos de corrupción y multado por el propio Ayuntamiento se convierte en el líder de la segunda fuerza política municipal.
Hoy la ciudad vive, o padece, aquello que nosotros manifestábamos durante la campaña; que en mayo de 2011 había una confrontación entre dos modelos de ciudad; el social y democrático creado por el PCE/IU y los movimientos ciudadanos durante casi tres décadas frente al modelo neoliberal del PP. Hoy ese modelo social y democrático se estádesmontando y siendo sustituido por uno no sólo neoliberal sino nacionalcatólico.
Lo ocurrido en mayo de 2011 cerró un ciclo histórico; un ciclo histórico basado desde el primer momento en la lógica institucional del actual régimen político.
Por eso me parece acertadísima las declaraciones realizadas por el Coordinador Local de IU, Galileo Florido. Se trata de convertirnos no en administradores de izquierdas de las instituciones sino en canales de las luchas sociales. Se trata de dar la batalla no sólo para tener el bastón de mando capitular sino para lograr la hegemonía de los valores de izquierdas; se trata de construir junto al poder institucional (o frente a él si es neoliberal) un poder popular para representar los intereses de la mayoría de la ciudadanía cordobesa, que somos las capas populares de la misma, en la línea descrita en su libro El libro rojo del poder popular por Javier Parra.
Hay quien esté en los medios -y en los no medios- haciendo quinielas sobre quién podrá ser la persona que encabece la lista en dos años vistos los titulares que sacó la prensa; y es probable que se esté mirando en las instituciones como es usual en los partidos burgueses; y cómo ha sido también la lógica en muestra organización en el ciclo ya finado. Pero, sin ser excluyente, el tener experiencia institucional -es un capital político más- ahora, al inicio de este nuevo ciclo debemos recordar que ni Julio Anguita ni ninguno de los que hicieron posible la victoria de 1979 -fuesen o no en la lista- tenían experiencia en la gestión municipal, ni eran líderes mediáticamente conocidos, pero si eran militantes sociales en las luchas de la época (en el tajo, en los barrios) y referentes en la defensa de los valores de izquierda.
Este es el camino para derrotar al neoliberalismo; dar un batalla de ideas en la lucha de la calle y en la movilización, no junto a los conflictos de la ciudadanía si no dentro del propio conflicto.