En
los últimos y próximos días Grecia va a ser protagonista de las
noticias, y lo que suceda en el país heleno marcará el futuro de
Europa. Quiero pararme a reflexionar en algunos aspectos.
LIBERALISMO
FRENTE A DEMOCRACIA
"Debemos
responder al autoritarismo y dura austeridad, con democracia, de
forma tranquila y decisiva" Alexis Tsipras; 27 de junio de
2015.
En
el discurso, por el que convoca el referéndum sobre las políticas
de austeridad de la Troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea
y Fondo Monetario Internacional) hacia Grecia, el primer
ministro griego Alexis Tsipras hace referencia al hecho de que Grecia
es la cuna de la democracia; obviamente se trata de un recurso
retórico, sobre la base de un mito histórico, y que sirve de un
elemento patriótico sobre una de las grandes aportaciones griegas a la
historia de la Humanidad. Sin embargo, el tema principal de todo el
discurso es la contraposición entre las políticas de austeridad,
emanada del centro del capitalismo mundial, y la democracia. Y es
que, a pesar de que la propaganda anticomunista de la Guerra Fría
vinculó democracia y capitalism, ambos son incompatibles desde la
Revolución Francesa.
Mientras
los feuillants, partidarios de la Constitución de 1791, defendían lo
que después se llamó liberalismo; defensa de la libertad de mercado
y del sufragio censitario, impidiendo a las capas populares el
derecho al voto, reservando sólo para los ricos la participación
en política. Siguieron a los feuillants, los girondinos frente a los
jacobinos, defensores del derecho de voto universal, y en
consecuencia de unas políticas sociales (derechos de existencia) que
limitaba en la práctica la libertad de mercado (p.ej. ley de
maximum). Depuestos y guillotinados los jacobinos, los siguientes en
la familia liberal, los termidorianos, volvieron a limitar el
sufragio a los propietarios, expulsando de la política a los
trabajadores del momento. Ya entonces se plantea una triple
contradicción; liberalismo versus democracia;
Mercado versus derechos sociales; en definitiva, élite
social frente a las capas populares trabajadoras.
A
lo largo del siglo XIX tenemos una lucha constante entre unos
liberales doctrinarios; defensores del sufragio censitario y de la
libertad de mercado, y unos movimientos democrático-republicano y el obrero en defensa del sufragio universal, como vía para
desarrollar políticas sociales o avanzar para el socialismo. Genial
es la frase del (aún hoy) referente de la derecha española, Antonio
Cánovas del Castillo, quien decía en 1890:
“Yo
creo que el sufragio universal si es sincero, si da un verdadero voto
en la gobernación del país a la muchedumbre, no solo indocta, que
eso sería casi lo de menos, sino a la muchedumbre miserable y
mendiga, ha de ser el triunfo del comunismo y la ruina del principio
de propiedad (…). Escójase,
pues, entre la permanente falsificación del sufragio universal o su
supresión si no se quiere tener que elegir entre la existencia y la
desaparición de la propiedad (…). Cuando
las minorías inteligentes, que serán siempre las minorías
propietarias, encuentren que es imposible mantener la igualdad de
derechos con ellos a la muchedumbre; cuando vea que la muchedumbre se
prevalece de los derechos políticos que se han dado (…) buscarán
dondequiera la dictadura y la encontrarán”
El
texto lo traigo a colación por la incompatibilidad entre la defensa
de los intereses de la "minoría propietaria" y la
"muchedumbre"; además las cuatro últimas líneas me
llevan a pensar en 1936, y fueron pronunciadas casi medio siglo
antes, esbozando el paso natural (e histórico) que la burguesía
liberal del s.XIX daría al fascismo tras la Primera Guerra Mundial y
la Revolución Rusa.
Tras
la Segunda Guerra Mundial se produce un grado de democracia social,
en el que la clase obrera (sólo) europea lograron un nivel de
influencia social única, pero al mismo se buscaron vías de control
desde la élite, como los tribunales constitucionales.
Sin
embargo, en los últimos 25 años hemos asistido -aunque en Europa
occidental no han habido formalmente ningún cambio de régimen- a un
vaciado de esas democracias sociales a través de la aplicación de
las políticas del Tratado de Maastricht, que en la práctica ceden
toda la política económica -y con ella buena parte de la soberanía
de los países- al mercado o a estructuras supranacionales regidas
por principios neoliberales. Ya no hace falta restablecer el sufragio
censitario, simplemente no hay soberanía.
En
los últimos años la defensa de los intereses de las élites
europeas, simbolizadas por el euro, han llevado a las políticas de
austeridad que han empobrecido a la clase trabajadora (o si lo
prefieren capas populares) de las sociedades europeas. El ejemplo de
esto ha sido desde hace cinco años Grecia. Y en Grecia el pueblo ha
optado hace unos meses por entregar el gobierno a Syriza (una
coalición de diversos partidos de tradición comunista y
socialista), quienes desde esa soberanía limitada han tratado de
enfrentarse a la Troika como defensora de los intereses del mercado.
El anuncio por parte de Tsipras del referéndum con su discurso del
27 de junio es el último capítulo de esa lucha entre democracia y
liberalismo, no ya porque el propio texto así lo afirme, sino por el
nerviosismo que desde Bruselas ha generado la posibilidad de que el
pueblo de Leónidas y Pericles no someta su democracia al imperio.
DIMENSIÓN
GEOPOLÍTICA
La
última semana tiene una dimensión geopolítica, no cabe olvidar que
la semana que ha terminado con la convocatoria de referéndum en
Grecia, comenzó con la visita de Tsipras a Rusia, desde donde lanzó
un ataque a la Unión Europea, situando ahí y no en Grecia "el
problema". Por su parte, recibió el guiño de Putin de ayuda
rusa si no había acuerdo con la Unión Europea.
Desde
que el gobierno del Kaiser puso un tren a disposición de Lenin para
llevarlo a Petrogrado las luchas populares han tenido una dimensión
geopolítica que no hay que olvidar. Y esta segunda década del siglo
XXI está siendo tremendamente geopolítica.
El
economista Samir Amin habla de Triada para referirse a la alianza de
EEUU-Unión Europea-Japón. Pero esa Triada, dueña de las
estructuras multilaterales -FMI, Banco Mundia, OCDE, G7, OMC, etc.-
está teniendo que hacer frente a la aparición de otro bloque; los
BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), construido sobre el
eje Moscú (potencia militar y geopolítica tradicional) Beijing
(potencia económica emergente), que especialmente desde la crisis ucraniana han fortalecido aún más los lazos entre ambos países. Al bloque los
BRICS hay que sumarles potencias regionales como Venezuela y los
países del ALBA, e incluso Irán en Oriente Medio.
En
este contexto el actual escenario griego se suma en esa partida, en
la que el pueblo griego tendrá posibilidades de enfrentrarse a una
Unión Europea (encabezada por Alemania) gracias a un posible
respaldo de los BRICS, especialmente de Rusia, quién (ya sea
con zares, con soviets o con Putin), en su histórica lucha con
el "mundo germánico" y anglosajón ha tenido siempre
puesta especial atención en el área balcánica.
LOS SÍMBOLOS DE TSIPRAS
Un elemento que me llama la atención de Alexis Tsipras es los guiños simbólicos a la propia histórica griega. Mientras algunos tratan de construir una iconoclastia en España, el primer ministro griego realiza gestos de un alto grado de simbolismo.
Tras
jurar su cargo, hace unos meses, su primer acto fue rendir homenaje a
los comunistas griegos que lucharon en la Segunda Guerra Mundial...
¿simple acto de reconocimento al pasado de su partido o algo más?;
al fin y al cabo, el inicio del mandato de este comunista griego (en ese país hay dos familias comunistas; Syriza y KKE), cuyo mandato es
enfrentarse a los intereses de la banca alemana, lo hizo rindiendo
homenaje a los camaradas que defendieron su país (a la clase obrera
de su país) frente al imperialismo del III Reich alemán. No está
mal.
Pero
en la última visita a Rusia, días antes de la convocatoria
del referéndum realizó un homenaje a Ioanis Kapodistrias, primer
presidente griego en 1828, pero que antes había sido representante
ruso en el Congreso de Viena (1815) conteniendo las aspiraciones del
germánico imperio austriaco.
Seguiremos atentos al curso de los acontecimientos en Grecia.
#YoVoyConGrecia
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