Datos personales

Nací en Córdoba. Mis compañeros de estudios en el Instituto Fidiana me llamaban Tovarich. Participé en las movilizaciones fidianeras reivindicando tener un edificio propio. Miembro de la Plataforma de Estudiantes de la JOC. Militante de la JOC (1996-2001). Presidente del Consejo de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UCO en el curso 97/98. Militante del Partido Comunista de España desde 1997, del que he sido Secretario Provincial en Córdoba desde marzo de 2010 hasta noviembre de 2011. Director de cordobaroja.es

lunes, 1 de junio de 2015

Una mirada a la historia para el futuro: Frente Popular

En último año, desde la Europeas, se ha puesto de "moda" el hablar de convergencia y de candidaturas de unidad popular o de frente popular. Tras las elecciones municipales de hace una semana, y el éxito relativo (salvo Barcelona, en ningún lugar han sido estas coaliciones la primera fuerza política).
Hay quienes se están lanzando a apostar para las generales a la necesidad de candidaturas de unidad popular, pero cabe hacerse varias preguntas; ¿Qué es unidad popular? ¿Por qué esas candidaturas? ¿Qué condiciones han de reunir esas candidaturas y que costo? ¿Para qué dichas candidaturas?.
He de reconocer que no me gusta el término unidad popular, que tiene una resonancia al Chile de Allende, y creo que aquel fue un proceso tan interesante y tan profundo que no se corresponde realmente con lo que hoy se está hablando en España. Si por unidad popular entendemos una coalición de organizaciones tenemos un antecedente en nuestra historia que es más comprensible como es el Frente Popular de 1936. Ya retomaremos esta idea.

Pero creo que se está cometiendo un error crucial en el último año; desde las elecciones Europeas, en la que Izquierda Unida pasó de 1 a 6 eurodiputados (algo de lo que ya casi nadie de acuerda) y la irrupción de Podemos con 5 eurodiputados (algo que sí se ha recordado de forma permanente en los mass media), han situado la solución de los problemas del país en la vía electoral, y se ha producido un abandono de la movilización social que había sido la gran protagonista en los años anteriores. En el caso hipotético de un gobierno no bipartidista no se podría llevar una política antitroika si no hay músculo en la calle; sin una movilización no hay poder popular que se enfrente al poder del mercado y la élite española.

Cuando se habla de unidad popular el gran olvidado es el poder popular. Valga un ejemplo; hace casi un año el Frente Cívico hizo un llamamiento a crear un contra poder. El propio Frente Cívico cometió el error -si de verdad el interés era crear un contrapoder ciudadano- de introducir en el debate la creación de una candidatura a la municipales; aquel proceso adoptó desde el minuto uno una deriva electoral que terminó por generar la ruptura del conglomerado que fuimos convocados a la primera reunión en julio. Las consecuencias han sido que en las elecciones municipales han habido dos proyectos que participaron en aquella reunión en el Rey Heredia; de un lado una Izquierda Unida más militante y  más marxista en décadas, que ha aguantado el tipo (mantiene los cuatro concejales que tenía) y por otro lado, una coalición encubierta de Podemos, Equo y Frente Cívico de Anguita que con un discurso ciudadanista, y bajo la formula jurídica de agrupación de electores, han logrado también cuatro concejales. Parece obvio, que en Córdoba hay un número similar de personas (la diferencia de votantes es de seiscientos) que se sienten identificados con el discurso comunista clásico y otros con el posmodernismo ciudadanista.
¿Por qué se produjo la ruptura en noviembre? ¿Era realmente un debate meramente jurídico? A parte de cuestiones políticas como la Diputación y económicas de cara a la campaña, había una cuestión identitaria. La agrupación de electores era la culminación del ciudadanismo frente a la organización; para Podemos que al fin y al cabo responde a la misma lógica no supone gran daño, todo lo contrario ya que la hegemonía y referencia de ese discurso en el partido complutense; para personas a título individual que han participado de ese proceso el ciudadanismo es lo natural; y Equo tiene gran capacidad para adaptarse al medio. Sin embargo, para los que procedemos de la tradición comunista (es decir, del "¿Qué Hacer?" de Lenin) el Partido forma parte de nuestra identidad militante, y por lo tanto pedirnos, como en octubre-noviembre se hacía, en pedirnos que renunciáramos a nuestro Partido para ser ciudadanos era tanto que pedir dejaremos de ser nosotros: soy soy ciudadano (por cierto categoría política) en tanto comunista; y soy comunista en tanto que ciudadano. Por lo tanto, no estoy donde se me pide dejar de ser yo.
Dicho esto, y en perspectiva de futuro. Si se opta (aunque Podemos parece que ya ha anunciado que optarán por el camino solitario) por candidaturas de unidad popular. Ir a las generales, con Ley D'Hont y circunscripciones provinciales, supone muchas cosas pero desde luego no un avance para los que se han estado movilizando en la calle en estos años.
Ahora bien, pero si  se presenta una lista única no debe de hacerse desde la exclusión como ocurrió en  Córdoba en las municipales, si hay que ir en lista única que lo sean de Frente Popular.
El 15 de enero de 1936, el periódico El Socialista publicaba el programa del Frente Popular, coalición integrada por seis partidos y un sindicato, señalaban que "sin perjuicio de dejar a salvo los postulados de sus doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común". Lo significativo de dicho documento es que se señalan los puntos de acuerdo (esencialmente la libertad para los presos políticos y la defensa de la República y las reformas sociales) pero también las discrepancias entre las distintas fuerzas.
Una gran lección que nos da la historia para el futuro inmediato; si lo que nos une es el rechazo a la reforma del artículo 135 y los recortes emanados de él; si lo que nos une es iniciar un proceso constituyente unámonos en torno a esos puntos sin que nadie tenga que renunciar a su programa de máximos. Si esto no ocurre se estará jugando a otra cosa.

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